El Camino de Santiago

A finales del siglo VIII se difunde en el noroeste de la península ibérica la leyenda de que Santiago el Mayor había sido enterrado en estas tierras, tras evangelizarlas. Así en el año 813, un ermitaño llamado Pelayo dijo que vio una estrella posada en el bosque Libredón que señalaba su tumba y se descubrió en ese lugar un cementerio de época romana. Alfonso II el Casto, viajó con su corte al lugar, resultando de esta manera en el primer peregrino de la Historia e iniciándose un importante movimiento hacia el “Campus Stellae” hoy conocido como Compostela.

Tras los ataques de Almanzor, los religiosos vinculados a Cluny elaborarán el Códice Calixtino y la Historia compostelana y los reyes españoles colaborarán en la creación de una importante red de monasterios que vincularán España con el resto de Europa y protegerán y darán cobijo a los peregrinos, potenciándose lazos culturales y religiosos así como una notable expansión del arte románico.

El rey de León Fernando II, en el siglo XII, cambia el itinerario del Camino de Santiago para que todos los peregrinos del mundo pasen ante la fachada de San Isidoro. De este hecho se conserva el documento en el archivo de este museo.( Documento ASIL 169).